El grafeno permitirá el desarrollo de altavoces flexibles y adheribles

El grafeno permitirá el desarrollo de altavoces flexibles y adheribles

Un material conocido como aerogel de grafeno tiene el potencial de transformar la industria de la música al permitir el desarrollo de altavoces delgados, ligeros y flexibles. El proyecto está aún en sus inicios y forma parte de la organización europea Graphene Flagship.

 

Los científicos se encuentran realizando pruebas con este material para modernizar un concepto que se remonta a varios siglos atrás: la termoacústica, es decir, la generación de sonido por calentamiento y enfriamiento rápidos de un material en lugar de por vibración mecánica.

 

El inventor escóces Alexander Graham Bell creó  en 1876 el primer altavoz eléctrico capaz de reproducir voces inteligibles. Más de un siglo después, los altavoces típicos siguen dependiendo de muchos componentes mecánicos que vibran para generar sonido. Una carcasa que fundamentalmente es una caja sonora alberga estos componentes. 

 

Ahora, gracias a las asombrosas características del grafeno, es posible desarrollar soluciones innovadoras.

 

La Universidad Sapienza de Roma y el Instituto Italiano de Tecnología han desarrollado altavoces termoacústicos con aerogeles de grafeno de banda ultraancha. Esta tecnología aprovecha la excepcional conductividad del grafeno para convertir las señales de audio en pulsos de luz, que posteriormente se convierten en sonido y son captados por un micrófono que envía las señales a un amplificador externo.

 

Las aplicaciones termoacústicas de grafeno proporcionan transductores acústicos sin componentes móviles. Como resultado, los altavoces de grafeno proporcionan una disminución de la distorsión y el ruido, así como un mayor ancho de banda y una variedad de beneficios adicionales sobre los materiales utilizados en el proceso de fabricación de un altavoz convencional.

 

Un transductor termoacústico basado en aerogel de grafeno puede generar sonido de banda ultraancha, desde infrarrojos (1 Hz) hasta ultrasonidos (más de 20 MHz), sin distorsión armónica, pero los humanos sólo pueden percibir ruidos en el rango de los 20 Hz a los 20 kHz.

 

Los altavoces termoacústicos pueden adherirse con firmeza a superficies lisas y curvas gracias al aerogel de grafeno, ligero e increíblemente flexible. Esto ofrece un amplio abanico de combinaciones posibles que serán del agrado de los decoradores de todo el mundo.

 

Los consumidores ya han mostrado un gran interés por los altavoces de grafeno, y Graphene Flagship garantiza que los nuevos altavoces fabricados con esta tecnología serán introducidos al mercado en breve.

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